Os dejo con la breve presentación del artículo y con parte del artículo:
«En la vida te encuentras con deshonestidad; en la red, también; en publicidad, ya ni te cuento. Ahora imaginad todo junto. Es por ello que los países más avanzados ya están empezando a regular a las bitácoras contra la publicidad encubierta, mientras que en España aún nos queda camino por recorrer. De todo esto trata 'la cultura de la honestidad, en la frontera de la red'. Un artículo breve para un tema que requiere de más ejemplos; por favor, no dejen de aportar aquéllos ejemplos que conozcan.»
La cultura de la honestidad, en la frontera de la red
agullo | 25 Noviembre, 2012 05:43
No hace falta explicar qué es la honestidad; hasta los niños lo saben. Cuando se relatan hechos alterándolos, cuando se vende algo por lo que no es, cuando se cobra por un trabajo que no se hace, sabemos que eso no está bien.
Pero en una sociedad cada vez mejor comunicada, donde la información circula, la honestidad no es tan sólo la mejor forma de estar en paz con nuestra conciencia sino también una fórmula de éxito. Si somos sinceros cuando hablamos, la gente nos escucha; si vendemos productos por lo que son, la gente los compra; y si prestamos los servicios tal como los anunciamos, la gente nos contrata.
En materia de honestidad hay países más avanzados que otros. Por un lado, países donde existe una cultura de la honestidad, donde sorprender a alguien mintiendo significa un rechazo inmediato; por otro, países con una cultura de la deshonestidad, donde las trampas y los engaños se aceptan como normales. No resulta sorprendente comprobar que en general los países con mayor bienestar son aquéllos con una mayor cultura de la honestidad; más allá de contar con más brillantes estadistas o científicos, el motor del bienestar es que los contratos se cumplan, los trabajos se realicen y los productos satisfagan las expectativas; no se conoce estímulo mejor para que se firmen contratos, se encarguen trabajos y se vendan productos.
España, infelizmente, no es un ejemplo de país adelantado en cuestión de honestidad; cuando se sorprende a alguien mintiendo todavía se envalentona, empezando por los políticos. Resulta especialmente amargo pasar por una situación tan difícil y prolongada como la presente -con un desempleo del 25%- sabiendo que la principal culpa es de las mentiras de los banqueros, como por ejemplo los de Bankia, y que ello se acoja con indiferencia por el común de la población. Frente a esta situación aparentemente sin remedio, lo único que las personas honestas podemos hacer es unirnos para reafirmarnos en nuestra honestidad, y de forma inquebrantable mantener nuestra voluntad de que sean castigados los deshonestos que tanto daño causan; y palo, palo, palo.
La honestidad en la red
La red permite la comunicación con una facilidad sin precedentes; gracias a ella cualquiera puede abrir su propio medio de comunicación. Con la comunicación en la red, como con toda comunicación, suceden dos cosas:
- Es susceptible de ser utilizada deshonestamente.
- Está amparada por la libertad de expresión, al menos en los países donde esta libertad existe.
De modo que se produce la consabida situación de "Tu libertad termina donde comienza la de los demás". Se puede hablar de los demás, pero no calumniarlos. Se pueden publicar fotos de tu alcalde inaugurando una urbanización, pero no alterarlas para mostrarle con los bolsillos rebosantes de billetes. Se puede publicar un vídeo mostrando tu producto, pero no manipularlo para que parezca mejor de lo que es.
A fechas actual muchas de estas cuestiones están ya legisladas, de modo que además de ser deshonestas son ilegales. Pero éste es un campo en constante movimiento, que constantemente ofrece nuevas posibilidades, y al que cada vez se incorpora más gente; de modo que constantemente aparecen abusos inéditos, no previstos en las leyes, y sobre los que hay que realizar una labor de detección y tipificación.
La honestidad en la publicidad
Un campo donde constantemente aparecen nuevas formas de deshonestidad es, qué duda cabe, la publicidad. Desde el producto para embellecer pestañas anunciado con pestañas postizas hasta el teléfono inteligente mostrado trabajando a mayor velocidad de la real, los creativos publicitarios nos sorprenden constantemente derrochando su creatividad más allá de la frontera de lo veraz. Afortunadamente sobre este problema la sociedad está concienciada, y por ello existen leyes contra la publicidad engañosa.
Pero aparte de la publicidad engañosa existe la publicidad encubierta, realizada adoptando todo tipo de formas para promocionar los productos, desde mostrarlos en una escena de una película hasta que un coro musical aparezca de improviso entre el público de un acontecimiento deportivo. La publicidad encubierta es deshonesta por varias razones:
- Si nos recomiendan un producto, tenemos un derecho natural a saber si la recomendación es sincera o simplemente es algo que cobran por decirnos.
- Al ser difícil de identificar como publicidad, la publicidad encubierta se presta a realizar abusos (como ser engañosa) sin que el anunciante responda por ellos.
- Al ser encubierta, esta publicidad se presta a saltarse las obligaciones fiscales que como actividad económica le corresponden.
De nuevo, como en el caso de la red, nos encontramos ante un campo en constante movimiento; y por ello va a haber que hacer siempre una tarea de identificación.
Publicidad en la red
En los medios de comunicación tradicionales la publicidad resulta fácil de distinguir. Los medios de comunicación tienen un coste, y ese coste está sostenido por la publicidad entre un 75% y un 100%. Debido a ello, durante los últimos cien años los medios de comunicación se vienen caracterizando por una práctica informativa que todos conocemos: no se dicen nombres de marcas a no ser que paguen por ello.
Sin embargo con la llegada de la red, como hemos dicho antes, cualquiera puede abrir su propio medio de comunicacion, incluso con coste cero. Pasa de haber pocos medios de comunicación a haber una gran diversidad, y ello provoca que a los publicistas les resulte más fácil encontrar medios que se presten a la publicidad encubierta, y por menos dinero. Es por ésto que en los países más avanzados en cuanto a cultura de la honestidad ya se están tomando iniciativas para detener la publicidad encubierta en la red.
Situación en Estados Unidos
El ejemplo más claro es Estados Unidos, donde la Comisión Federal de Comercio regula desde el 1 de Diciembre de 2009 la actividad de los blogueros. Los blogueros están obligados a revelar públicamente sus "conexiones materiales", empezando por el hecho de si reciben retribuciones ya sea en dinero o en especie; y en caso afirmativo su bitácora pasa a considerarse publicidad como cualquier otra, sujeta a las mismas obligaciones. Durante el juicio de Oracle contra Google, el bloguero Florian Mueller se vio obligado a confesar que Oracle le pagabaante las sospechas manifestadas sobre sus análisis favorables a Oracle.
Situación en España
En España en particular y la Unión Europea en general no existe una normativa para blogueros. Si hablamos de la blogosfera española, nos hallamos con una cultura de la honestidad todavía alejada de los países más avanzados. No puedo poner ni un sólo ejemplo de blogueros que confiesen sus vínculos económicos; en cambio puedo poner unos cuantos de flagrantes publirreportajes que nos venden un discurso de empresa.
Me centraré en el noticiero en línea MuyComputer, por ser donde más ejemplos conozco. Antes de empezar, me parece obligado aclarar dos cosas:
- Si este noticiero es donde más ejemplos conozco, no significa en absoluto que sea el más deshonesto, sino que significa que es el que más leo y por ello donde mayor es la probabilidad de que encuentre ejemplos.
- Dado que estamos hablando de publicidad encubierta, por definición no puedo saber si se está realizando o no. No sé si los articulistas de MuyComputer reciben retribución de Google, Microsoft o Foxconn, o si es que en un alarde de ingenuidad de parvulario se han tragado el discurso de la empresa de pe a pa; lo único que puedo asegurar es que estas empresas son publicitadas de forma descarada.
Aquí están los cuatro ejemplos que he seleccionado:
- El secreto del éxito de WP7. El título lo dice todo en este artículo de Gustavo de Porcellinis.
- Propuesta de neutralidad Google. Jesús Maturana nos vendió la propuesta de Google de neutralidad de la red incompleta como si Google hubiera inventando la neutralidad de la red y una neutralidad incompleta fuera el no va más.
- Foxconn combatirá los suicidios con un millón de robots. Juan Ranchal nos vendió la solución ideal de Foxconn contra los suicidios de trabajadores: despedir trabajadores y reemplazarlos por robots.
- Google Play Music llega a España (y es increíble). J.Pomeyrol no escatimó esfuerzos para vender este servicio: "¿a qué estás esperando para probarlo?".
A estos publirreportajes de dudoso origen hay que sumar por parte de MuyComputer un ejemplo nada dudoso de deshonestidad: permiten comentar las noticias, pero eliminan los comentarios desfavorables. Puedo atestiguar que en el caso del último artículo se suprimió un comentario que decía (cito de memoria):
"¿a qué estás esperando para probarlo?" Esto no es una noticia, es un anuncio.
Resumiendo
La deshonestidad es una constante; a lo largo de este artículo se han mencionado bastantes ejemplos. Pero muchos países consiguen sobreponerse a ella con una cultura de la honestidad que es fuente de bienestar. La tarea es especialmente ardua en la red y en la publicidad, y sobre todo cuando se juntan ambas cosas. Si en la red se pueden encontrar ejemplos de bitácoras con publicidad encubierta, espero que esta Bitácora de Ignacio Agulló Sousa sobre informática pueda servir como ejemplo de que también existe lo contrario.
Conexiones materiales
A propósito, esta bitácora no tiene otra conexión material que la obvia: el autor es socio de la Asociación de Técnicos de Informática, la cual a cambio del pago de la cuota le provee de los servicios ordinarios prestados a los socios, incluyendo este servicio de bitácora.
Texto original aquí
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